El próximo domingo 13 de abril, celebra la Iglesia la XLV Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, que coincide, como en años anteriores, con el IV domingo de Pascua, domingo del Buen Pastor.
El Papa Benedicto XVI nos convoca en este día consciente de que toda vocación es un don de Dios que hay que pedir en la oración y merecer con el testimonio de la propia vida, y lo hace este año 2008 con su Mensaje: “Las vocaciones al servicio de la Iglesia-misión”.
Alguna vez habrás escuchado hablar de las vocaciones, o de la vocación, o tal vez algún amigo o amiga tuya optó en su vida por la vida sacerdotal o religiosa. Quizás te habrás preguntado acerca de tu proyecto de vida, de lo que Dios quiere o espera de ti.
En primer lugar queremos que sepas que en la Iglesia todos tenemos vocación, es el llamado que Dios nos dirigió en su Hijo Jesús, el día de nuestro bautismo, a ser sus hijos, es el gran regalo de Dios para cada uno, la prueba de su infinito amor por tí. El es quien sale a buscarte, gratuitamente y sólo por amor.
En segundo lugar, queremos que sepas que las vocaciones sacerdotales, diaconales, religiosas, son responsabilidad de todos en la Iglesia, sí, también tuya. Todos debemos orar y trabajar por las vocaciones.
